Michoacán en la prensa extranjera y mexicana, el derrumbe y el control (Segunda Parte)
Michoacán en la prensa extranjera y mexicana, el derrumbe y el control (Segunda Parte)
Segunda parte del artículo “Michoacán en la prensa extranjera y mexicana, el derrumbe y el control”. Consulta la primera parte aquí.
El “Descontrol” en Medios Mexicanos
El sábado 5 de enero, en un extraño episodio, el doctor José Manuel Mireles, el vocero más visible hasta ese momento de los grupos de autodefensa, se accidentó en una avioneta, tras sostener un encuentro en Guadalajara. Hasta ahora no se sabe con quién se reunió, qué acordaron y por qué el accidente.
Los medios mexicanos reportaron de manera colateral el suceso. Sólo la portada de Proceso había ubicado a Mireles como el vocero y líder más visible de los grupos que desde febrero de 2013 avanzaron y tomaron una vida más allá de la presunta alianza no explícita con el gobierno federal.
Los Templarios y sus redes afines aseguran que se trató de un encuentro de Mireles con el Cártel Jalisco Nueva Generación –brazo regional del cártel de Sinaloa- para apoyar a los michoacanos, con armas y recursos. Hábiles en la guerra sucia mediática, los Templarios han logrado filtrar esta versión. Y no hay manera de desmentirla de forma clara.
Este episodio y la alerta de Estados Unidos precipitaron lo que nunca quiso ubicar el gobierno de Peña Nieto como el desafío central del Estado mexicano: el avance del crimen organizado y las autodefensas y policías comunitarios como indicios de revueltas sociales frente a la incapacidad de mantener “el monopolio legítimo de la violencia”.
Durante un año, los estrategas peñistas fueron eficaces en “acallar” y minimizar el tema de forma mediática. La realidad era otra cosa. Los muertos ahí están. Los enfrentamientos prosiguen. Guerrero, Tamaulipas, Veracruz, Michoacán siguen siendo “plazas en disputa”. Y, por si fuera poco, las huellas de los enfrentamientos llegaron al Distrito Federal durante esta temporada del caso Heaven y de ajusticiamientos.
Desde el lunes 13 de enero –para ser más cabalísticos-, el gobierno de Peña Nieto asumió el Michoacan Moment como un desafío central. Volvió a operar la maquinaria de control mediático para insistir que no se trata de una “guerra” ni de una derrota del gobierno estatal, pero todos los hechos indican lo contrario.
El mismo día del anuncio del operativo ocurrió un episodio por demás extraño. A las 23:20 horas, del lunes 13, apareció en la pantalla de Televisa, al final del noticiario de Joaquín López Dóriga, el doctor Mireles, visiblemente afectado por el accidente, leyendo o recitando un “comunicado” en el que decía que las autodefensas se iban a desarmar ahora con el operativo federal.
Casi al mismo tiempo que se transmitía la declaración, cuyo origen no se ha aclarado, Mireles daba declaraciones en sentido contrario a reporteros de Reforma, MVS y otros medios.
En su edición del 14 de enero, sólo Reforma reportó lo que realmente sucedió en la madrugada de ese primer día de la operación: enfrentamientos entre militares y autodefensas en los primeros municipios.
Los demás medios impresos, y la gran mayoría de los medios electrónicos, privilegió el discurso confuso del secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, sobre el llamado a las autodefensas a dejar las armas. Hasta el 18 de enero no se habían realizado operaciones que afectaran realmente a los Caballeros Templarios.
El exceso de control ha implicado un descontrol en la información y en las versiones sobre las dimensiones de lo que está sucediendo en Michoacán y, sobre todo, en las zonas aledañas de Guerrero, Estado de México e Hidalgo, que forman parte de la “tierra caliente”.
El lunes 20 de enero ocurrió otro episodio que planteó un desafío: en redes sociales se reportó desde la noche del domingo 19 de enero que hubo, al menos, 7 ataques a establecimientos de las tiendas Oxxo (del corporativo regiomontano Femsa) en Hidalgo y en algunos municipios del Estado de México, colindantes con el Distrito Federal.
Este episodio sólo lo reportó el lunes, en primera plana, el periódico Reforma. En Twitter, en Facebook cundieron versiones sobre ataques muy similares. En otras palabras, se repetía el método de los Caballeros Templarios.
En senda conferencia con gobernadores metropolitanos, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, afirmó que se reforzará en los últimos días de enero la operación para “blindar” a las entidades colindantes con Michoacán para evitar el llamado “efecto cucaracha”.
Mal término reproducido por los medios. No es un “efecto cucaracha” sino un contagio que de tiempo atrás existe en la zona metropolitana con la presencia de grupos del crimen organizado que operan de forma similar (los Zetas, la Familia Michoacana, La Mano Con Ojos y ahora los Caballeros Templarios). Evadir este fenómeno puede provocar otro brote sorpresivo de violencia en escenarios fuera de Michoacán. Y ya no habrán autodefensas que roben cámara.
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