Eyaculación Demorada, Eyaculación Inhibida, Eyaculación Retrógada

Eyaculación Demorada, Eyaculación Inhibida, Eyaculación Retrógada

 

De manera opuesta a la Eyaculación Precoz (EP), algunos hombres experimentan ciertas dificultades para que se produzca el reflejo eyaculatorio y por tanto su eyaculación puede demorarse en aparecer o definitivamente no aparecer en el curso de una relación sexual. Existen tres dificultades relacionadas:

 

1.    La Eyaculación Demorada, (ED), como su nombre indica, consiste en la angustiosa tardanza para que aparezca el reflejo eyaculatorio haciendo de la relación sexual un ejercicio demasiado demorado para el gusto de los involucrados, hasta el punto de que los esfuerzos para lograrlo pueden terminar en abrasiones o laceraciones tanto para la vulva o la vagina como para la piel del pene o; en el mejor de los casos, fatiga extrema de al menos uno de los miembros de la pareja por lo que los participantes se rinden y desisten del propósito, dejando al menos al hombre sin la satisfacción de sus respuesta sexual completada.

2.    La Eyaculación Inhibida, (EI), es aquella condición en la que se ha hecho evidente que la eyaculación NO aparecerá independientemente de los esfuerzos que hiciera la pareja, a diferencia de la ED en la que existe la esperanza y la ilusión de que así fuere.

3.    La Eyaculación Retrógada, (ER), es la condición en la que tras el reflejo eyaculatorio, el semen NO se dirige por la uretra hacia el exterior sino que se dirige hacia la vejiga.

 

En terapia sexual masculina, estas disfunciones son muy probablemente las que representan más dificultad en el logro de resultados, tanto si la problemática es de origen funcional o psicológico como si fuera de origen médico o estructural.

 

Las ED y las EI son frecuentemente de origen psicológico mientras que la ER es usualmente de origen médico.

 

Una ED o una EI puede aparecer por el entrenamiento que el hombre hace de su aparato sexual -sin darse cuenta- por ejemplo en situaciones de temor a dejar embarazada a su pareja en las que se concentra en no dejar aparecer la eyaculación durante los ejercicios de la técnica de coitus interruptus. Algunas otras desinformaciones o motivaciones de él o de ella que lo fuerzan a controlar extremadamente su eyaculación también pueden llevarlo a entrenar de esta manera inadecuada a su aparato sexual bloqueando su reflejo eyaculatorio transitoria o definitivamente.

 

En el caso de la ER, al parecer sucede que la próstata, válvula que debería bloquear el conducto de comunicación con la vejiga permitiendo el paso de los líquidos y los espermatozoides sin dejar salir la orina; ahora permite que esos líquidos y espermatozoides, en lugar de salir hacia el exterior, se dirijan hacia la vejiga. Esto puede suceder por el entrenamiento que el hombre hace de sus estructuras sexuales, por ejemplo durante los ejercicios para sexo tántrico no eyaculatorio; pero también puede suceder por alteraciones estructurales en la próstata como sucede, a veces, luego de las intervenciones de prostatectomía por hipertrofia u otras problemáticas.

 

Si cualquiera de estas condiciones se presenta, es necesario acudir inmediatamente a consulta con el especialista que corresponda según sea el origen de la disfunción para determinar y adelantar el tratamiento indicado, si lo hay.

 

Entre más rápida y oportuna sea la consulta inicial, más probabilidad hay de lograr resultados al revertir la condición o detener el deterioro.

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