Cómo influyen el cine y la literatura en el sexo Escrito por Guillermo González-Cruz Soler

Cómo influyen el cine y la literatura en el sexo

    Cómo influyen el cine y la literatura en el sexoEmmanuelle, un mito erótico del cine
    El sexo es una poderosa arma de venta. Esto bien lo saben los creadores de películas y novelas eróticas que llevan a los espectadores a historias y lugares que pueden recrear sus fantasías sexuales. Juegan con el erotismo, con la sensualidad e incluso con la atracción más sutil para provocar a nuestro instinto más primario. Esto puede ser muy positivo para nuestra sexualidad, pues pueden despertarla en caso de que pudiera parecer dormida… pero también hay que tener cuidado para no dejarse llevar por ellas, y así no caer en la auto-exigencia ni creer con los ojos cerrados que todo lo que nos cuentan se ciñe a la realidad.

    Cómo influyen el cine y la literatura en el sexo 

    Si preguntásemos a varias personas qué novela erótica conocen, seguramente la gran mayoría responderían “50 sombras de Grey”. Este best-seller es el ejemplo por excelencia en lo que respecta a la literatura erótica. Millones de lectores en todo el mundo han sido cómplices de este grandísimo éxito, lo que no hace más que reconocer que las personas siempre estamos interesadas por el sexo, e incluso buscamos nuevas formas de excitarnos y de potenciar nuestra sexualidad.

    Influencia positiva: Estimulación de nuestra sexualidad

    Dejando de lado la pornografía más explícita, el cine y la literatura eróticos se basan más en otro concepto: sugerir más que mostrar. Ese enmascaramiento y la forma de “decir sin decir” o “hacer sin llegar a hacer” son lo que provoca la imaginación de los espectadores y lo que nos hace más partícipes de la historia, siendo capaces de introducir aspectos personales y crear ideas a partir de nuestra propia sexualidad.
    El cine y las novelas eróticas son, además, muy buenos recursos para mejorar la calidad de las relaciones sexuales en la pareja. La novedad es esencial, y la literatura erótica, al igual que las películas, promueve nuevos aspectos y enseña otras técnicas, juegos o fantasías quizá desconocidas para la pareja. Son un medio perfecto para la comunicación entre ambos, para saber qué es lo que le gusta a cada uno y poder así conocer mejor al otro y aprender cómo satisfacerle. Darle rienda suelta a tus fantasías es posible con estas historias, sin pensar que eres un bicho raro por desear ciertas cosas. La comunicación sexual en pareja es vital, y con estas ayudas puedes contar lo que quizá no te atrevías por miedo o vergüenza.

    Influencia negativa: Creación de falsas expectativas

    Pero no todo son buenas noticias. El cine y la literatura eróticos pueden ser generadores de problemas sexuales debido a las historias que crean. ¿En qué sentido? Estas novelas y películas narran, en muchas ocasiones, relaciones sexuales que van más allá de los patrones de normalidad, ya sea por el tremendo atractivo de los participantes, por la satisfacción completa de la relación o por las técnicas y juegos que se realizan, entre otros. Puede que muchas personas no se sientan identificadas con este tipo de relaciones, por lo que se crea un ideal y un modelo de patrón sexual que es distinto al suyo. Quizá piensen que eso no es lo que tienen ellos y que es lo que se debería tener: es ahí cuando aparecen los problemas sexuales.
    De este modo se crean falsas expectativas y se deseas alcanzar siempre ese tipo de respuestas sexuales, lo cual es muy complicado que suceda en todas las ocasiones. Esto lleva a exigir más, tanto a la pareja como a nosotros mismos, no conformándonos y esperando siempre más y mejor, con lo que no se disfruta de las relaciones sexuales. Pero hay que entender que estas historias nos impiden ver lo que realmente ocurre a nuestro alrededor, la verdadera realidad sexual que vivimos. La presión que supone querer estar más en ese mundo irreal que en éste es incompatible con una vida sexual de calidad.
    El cine y la literatura eróticos son medios muy positivos para nuestra sexualidad, pues suscitan nuevas ideas y hacen que la relación siga en marcha; no obstante, hay que saber dónde está el límite, reconocer que no todo es real y mantener los pies en el suelo. Recuerda: utilizad estos recursos como nuevas técnicas, pero no como las únicas e indispensables. No olvides que tu realidad siempre supera la ficción. 

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