Legionarios de Cristo: Del cinismo a la burla

CRONOS - Carlos Barra Moulain

Legionarios de Cristo: Del cinismo a la burla

maciel

El escritor Mario Benedetti sostenía que “el suicidio de un criminal no lo redime ante la sociedad, pero, algo es algo”, pero existen perros que ni el suicidio los puede redimir.

Qué puto cinismo y burla recalcitrante resulta el hecho de que la Orden de Legionarios de Cristo haya pedido perdón al Papa Francisco I por los abusos de pedofilia cometidos por Marcial Maciel; esto, en primer término, debería haber sido, “nosotros, los Legionarios de Cristo, pedimos perdón a la humanidad y a Dios, por haber sido partícipes junto con el Vaticano de nuestras tropelías que hoy indignan a cualquier latitud donde exista civilización y, en los hechos, no tenemos perdón de Dios”.

Empero, esta postura de los Legionarios de Cristo no obedece a un acto de constricción y autocensura de una conducta miserable, sino al hecho que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó un pronunciamiento por los abusos sexuales y psíquicos a menores, cuestión que se destapó hace años como una cloaca repleta de mierda que le da asco incluso a Dios, siendo que Dios todo lo perdona.

En este escenario, la Orden Legionarios de Cristo ha emitido un comunicado en el cual declara una ruptura con la herencia de Marcial Maciel por considerar los actos de abusos sexuales y pedofilia como “gravísimos e inmorales”, la frase que me surge aquí es “no mamen” y lo que pregunto es ¿cómo se atreven a tener escrúpulos a esta hora?; por favor, no mamen. Lo que debería suceder es que esta partida de cabrones deberían estar en la cárcel y la Orden ser clausurada por el Vaticano, esto es lo que procede y ello sí tiene un ámbito moral y legal.

La aparente refundación de la Orden Legionarios de Cristo no puede evitar los fantasmas del pasado, pero mucho menos los del presente, existen declaraciones probadas de las víctimas que ponen en entredicho el hecho de que lo “que sucedió por pederastia esté en el pasado”; por el contrario, existen razones sobradas para advertir, como dicen los caribeños, que “perro que come huevos, aunque le quemen el hocico los sigue comiendo”, cuestión, que hace perfilar el hecho de que en la Orden Legionarios de Cristo se siguen cometiendo estas tropelías acompañadas de rezos y alabanzas a Dios.

El mexicano José Barba, víctima de los abusos sexuales de los Legionarios de Cristo, ha declarado ante los medios periodísticos, denunciando el sufrimiento que vivió, que “Yo sabía que no podía matarme, pero le pedí dos veces a Dios -llorando de noche-, que no me dejara amanecer”; José Barba, que es originario del Estado de Jalisco, fue ingresado en la Orden Legionarios de Cristo a los 10 años de edad, relata que fue abusado sexualmente por Marcial Maciel.

Lo procedente por el Papa Francisco es que disuelva la orden y genere controles estrictos sobre el proceder de cualquier parte de la curia, para evitar futuras infamias. Cabe recordar, que la pederastia en curas no es un caso aislado y que Juan Pablo II censuró esto en curas de Estados Unidos e Irlanda, lo cual es suficiente evidencia de que un rayo puede caer más de una vez en un mismo lugar.

Lo aleccionador de todo esto, es que lo mundano tiene sus propias zonas oscuras, que los mitos, mitos son y nada impide que en nombre de Dios y fuera de su potestad se cometan crímenes en contra de la humanidad.


Autor: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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