ALGO MAS SOBRE EL GRAN MANZAREK (The Doors)

Ray Manzarek

EL ÁNGEL EXTERMINADOR • 22 MAYO 2013 - 5:36AM — RAFAEL MOLINA / RICARDO MARAVELES

A propósito de su gira 'Riders on the storm' para celebrar los 40 años de The Doors, sostuvimos una larga conversación telefónica con Ray Manzarek, que ahora recordamos.

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México • EL BACH DEL ROCK 
(Rafael Molina)

A propósito de su gira Riders on the storm para celebrar los 40 años de The Doors, sostuvimos una larga conversación telefónica con Ray Manzarek, que ahora recordamos.

“Estudié piano y música clásica, estudié jazz, estudié blues y todo se juntó. Esa tarde en Venice Beach, después de que Robby Krieger nos trajo la canción —Robby es el compositor original de ‘Light My Fire’— trabajamos juntos y luego dije: ¿saben qué? Necesitamos tener una introducción para esta canción, y pedí a todos que salieran a la playa y me dejaran pensar sobre el tema.”

Con afable ánimo, continuó: “Podíamos caminar al mar y luego regresar a la casa donde ensayábamos. Yo podía verlos caminando allá afuera mientras estudiaba a Johann Sebastian Bach, tipo Bach en quintas; ‘Light My Fire’ me salió de ahí como los mejores ángeles de mis dedos que sacaron esas armonías y era como un milagro que había ocurrido”.

Los teclados de Manzarek fueron distintivos también por programar los sonidos del bajo (los Doors no tenían bajista), pero probablemente la muerte de Morrison contribuyó a la mitologización de la banda. “Creo que The Doors eran grandes, muy populares cuando aun vivía Jim, su muerte realmente no creó el mito de The Doors, nosotros creamos la música de The Doors cuando Jim vivía”.

En los años 60 era difícil escapar del folk y del blues, obligados en plena efervescencia rockera y sicodélica de la guitarra, en la que el legendario músico de pelo lacio y gafas oscuras logró un sonido absolutamente distinto. “El sonido de la banda no estaba basado en la guitarra, para mí estaba basado en el órgano, pero Robby Krieger había traído un sonido único a la banda con su guitarra slide de cuello de botella, entonces yo le metía al órgano, Robby tenía la guitarra única y Jim Morrison la poesía beatnik oscura, rumiante, sureña, algo gótico estadunidense pero basado en los beats. Combinar esas cosas es lo que hizo un sonido único y la guitarra flamenca de Robby Krieger. Robby tocaba como un guitarrista flamenco la guitarra eléctrica, con finger picking (tocaba sin plumilla), con los dedos directo sobre las cuerdas de su guitarra, algo muy inusual, eso es lo que hacía el sonido único de The Doors”.

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ADIÓS AL HÉROE DE LOS TECLADOS
(Ricardo Maraveles)

Justo escuchaba la canción “Riders On The Storm” cuando leí la noticia: Ray Manzarek, el virtuoso músico que junto a The Doors hizo vibrar al mundo con la armonía de su teclado, falleció de cáncer hepático.

Aún recuerdo la primera vez que me perdí en las atmósferas sonoras creadas por la banda estadunidense, un disco compacto que, con un conjunto de grandes éxitos, me conquistó de inmediato. La figura mítica de Jim Morrison, las influencias del flamenco en Krieger y la elegancia jazzística de Densmore; el sonido original que aportaban las melodías de Manzarek revolucionaron la música de la década de los 60.

Sus influencias venían de artistas como Willie Dixon, Muddy Waters, John Lee Hooker, Miles Davis, Ramsey Lewis y John Coltrane; discos como The Doors, LA Woman, Morrison Hotel y The Soft Parade contienen su mejor trabajo, una fusión de poesía, rock, jazz y blues.

Una de las grandes virtudes de Manzarek era su habilidad para tocar, con la mano izquierda en su teclado, el bajo de los temas de la agrupación de California. Su aspecto intelectual contrastaba con la imagen rebelde y transgresora de Morrison, no así en el nivel de las ideas, ya que al igual que el cantante, Ray estudió cine en la UCLA, dirigió cortometrajes y fue admirador de cineastas como Jean-Luc Godard y de escritores como Aldous Huxley, Jack Kerouac y William Blake.

Después de la muerte de Jim, The Doors publicaron tres discos: Other Voices, Full Circle y An American Prayer, en los primeros dos, a pesar de que se extraña la presencia del Rey Lagarto, destacan los pasajes musicales logrados por el tecladista; es muy recomendable también su trabajo solista, en el que destaca el álbum The Golden Scarab y su adaptación de Carmina Burana.

En sus últimas presentaciones en la Ciudad de México, el músico lució imponente, expresó su admiración por la cultura prehispánica, recreó sus partes instrumentales adornándolas con virtuosismo, el espíritu de Morrison fue invocado a través de la música, una comunión auténtica se creó entre el público y los dos Doors originales presentes.

El legado de Ray Manzarek está tatuado en la historia de la música; con su talento y originalidad logró convertir al teclado en un instrumento protagonista dentro del rock, sus temas se escuchan igual de potentes y contundentes hoy como en los años en los que fueron grabados. Seguramente en miles de iPods y estéreos de todo el mundo sonarán las notas de su Fender Rhodes, que seguirán siendo el soundtrack de diversas generaciones.

@Rickmaraveles