¿Qué se esconde detrás del hábito de fumar? Edith Sánchez 10 agosto, 2017 en Actualidad y psicología
¿Qué se esconde detrás del hábito de fumar?
Edith Sánchez 10 agosto, 2017 en Actualidad y psicología
Fumar no es exactamente un placer para los sentidos. La primera vez que una persona se expone al cigarrillo, lo usual es que no viva una experiencia agradable. El tabaco tiene un olor fuerte e irritante. Cuando se aspira hay ardor y sensación de ahogo. Aún así, muchos se enganchan a este hábito y después les resulta casi imposible dejarlo.
La nicotina es la sustancia responsable de la adicción al cigarrillo. Ese compuesto es un alcaloide que genera dependencia. Después de inhalada, tarda unos 10 segundos en llegar al cerebro. Allí estimula la producción de dopamina, pero a largo plazo produce la liberación de una cantidad que sacia menos. Por lo tanto, se necesita de mayores dosis para que la nicotina vuelva a producir sus efectos.
“Un cigarrillo define al fumador, como el poema al poeta“.-Richard Klein-
A diferencia de otras drogas, la nicotina no produce cambios radicales en el comportamiento. Así mismo, diversos estudios han podido establecer que en la adicción a fumar también influyen poderosos factores psicológicos. A este hábito se le considera un “refuerzo conductual” más que una dependencia estrictamente física.
Las razones por las que se empieza a fumar
Es muy frecuente que las personas comiencen a fumar durante la adolescencia. Esto no es gratuito. Tanto el tabaco como el alcohol son dos psicoactivos legales, de fácil adquisición y relativamente baratos. Se trata de un hábito usualmente prohibido por padres y maestros. Eso es justo lo que atrae a muchos jóvenes.
En un estudio llevado a cabo por Scientific Psychic se encontró que estas son las principales razones por las cuales la gente comienza a fumar:
- Para desafiar al mundo adulto o los entornos restrictivos.
- Para adaptarse a un círculo social.
- Para demostrar que uno ya no es un niño.
- Para reafirmar la independencia.
- Para imitar a personas admiradas que fuman.
- Para bajar de peso.
En últimas, en el acto de fumar hay un fuerte componente psicosocial. Lo usual es que los adolescentes se presenten ante los demás fumando y no que mantengan este hábito en solitario. Muchos de ellos abandonan el cigarrillo, pero también otro gran grupo queda enganchado en las redes de la nicotina.
Aspirar, inspirar y expirar
En el acto de fumar también están involucrados varios aspectos inconscientes. En el psicoanálisis se habla de la adicción al cigarrillo como la expresión de un síntoma oral. Representa una regresión a una fase infantil de la vida.
Estudiosos del tema como Coderch indican que es un hábito propio de personas con madres sobreprotectoras que apaciguaban al niño gratificando oralmente. En otras palabras, calmaban su ansiedad dándoles algo de comer que les resultara agradable.
Muchas personas dicen que sienten ganas de fumar cuando están angustiadas. Según ellos, el cigarrillo los tranquiliza. Algunos autores sugieren que al aspirar el humo, literalmente, lo que hacen es tragarse sus aspiraciones. En ese sentido, fumar sería una respuesta ante la frustración. Simbólicamente contribuye a inhibir deseos.
En esta misma línea se ha afirmado que al fumar lo que se busca, simbólicamente, es inspiración. La falta de ideas, o de recursos, para solucionar una situación, lleva inconscientemente a fumar. Es un acto que representa el anhelo de inspirarse, sin lograrlo.
Lo que arde y luego se hace cenizas
Para muchas culturas ancestrales el tabaco es una planta sagrada. Intuitivamente saben que es un elemento con efectos positivos sobre el cerebro. Se ha comprobado que estimula la memoria, incrementa la velocidad del pensamiento y estabiliza el estado de ánimo.
La diferencia de esas culturas con las nuestras es que en ellas ninguna sustancia psicoactiva cae dentro de la lógica consumista. Hay momentos y lugares para el tabaco, como los hay para la hoja de coca y otras plantas similares. Es usual que formen parte de rituales colectivos y bien definidos. Ellos hacen uso de esas plantas para volverse más sabios, en cambio los occidentales se vuelven más tontos cuando las utilizan.
Dice una vieja máxima que “donde hay humo, hay fuego”. Esto puede aplicarse a quienes tienen el hábito de fumar. Viven incorporando y deshaciéndose de humo, al tiempo que el tabaco arde y se vuelve ceniza.
Los adictos a fumar llevan algo que arde dentro de sí mismos. Su respuesta es ponerlo afuera, en la espigada figura de un cigarrillo y dejar que se consuma. Algo es cierto: está probado que cuando desaparecen las motivaciones psicológicas para fumar, la adicción a la nicotina se supera con relativa facilidad. Hay que pensar en eso.
Islandia ha conseguido lo que parece un sueño para muchos países del mundo. No solo tiene una calidad de vida óptima en casi todos los sentidos, sino que también ha resuelto graves problemas en los adolescentes. Entre ellos, el consumo de cigarrillo, alcohol y drogas psicoactivas.
Lo más interesante es que hace apenas menos de 20 años, Islandia estaba entre los estados europeos con mayor consumo de psicoactivos entre los jóvenes. El cambio, entonces, fue progresivo y continuado. Y lo mejor: dio resultados.
“La gente joven está convencida de que posee la verdad. Desgraciadamente, cuando logran imponerla ya ni son jóvenes ni es verdad”.-Jaume Perich-
Todo esto se debe al programa Youth in Iceland (Juventud en Islandia). Este se puso en marcha en el año de 1998. El objetivo era reducir el consumo de tabaco y alcohol, principalmente. La sociedad estaba preocupada por su juventud, que en ese entonces parecía desorientada.
El primer paso para reducir el consumo en Islandia
El director del Centro Islandés para la Investigación y el Análisis Social, y responsable de Youth in Iceland, es Jón Sígfusson. Para este funcionario era imposible emprender cualquier acción sin una investigación previa. Por eso dedicó todos los esfuerzos de la fase inicial a estudiar la situación.
Sigfusson ha indicado que en Islandia no querían partir de prejuicios. Es muy fácil que frente al alcohol y las drogas se parta de ideas preconcebidas. A veces se asume que ya hay conocimiento suficiente al respecto, pero no es así. Por eso Islandia le dio prioridad a la investigación y a su difusión.
Uno de los factores importantes es que no se hizo una investigación simplemente. Lo que se montó fue un sistema investigador. A través de este realizaron un mapeo sobre consumo de psicoactivos, cada 2 años. A veces las causas y las consecuencias cambian y por eso se debe mantener un monitoreo constante.
Estos estudios han permitido recoger datos acerca del sexo de los consumidores, las pautas de consumo, la conformación de sus hogares, la relación del consumo con el ausentismo escolar y los problemas emocionales que aquejan a los jóvenes consumidores. A partir de esos datos, se formularon estrategias de acción en Islandia.
El papel de los adultos en la problemática
Los estudios desarrollados en Islandia permitieron establecer que el papel de los adultos era muy relevante. Los jóvenes son una cara de la moneda y en la otra están los adultos que los educan. Así, concluyeron que era necesario empoderar a esos adultos. Darles conocimientos y herramientas para saber qué hacer en diferentes circunstancias.
De este modo, se creó un programa para capacitar a los padres y otros miembros de la familia. Allí se les instruyó sobre las drogas y sus efectos. Pero muy especialmente se reforzó la idea de que el problema de la drogadicción en Islandia también dependía de ellos. Una parte de la responsabilidad la tiene el chico, pero otra buena parte la tienen los adultos que lo están educando.
Lo más importante es que afianzaron la conciencia sobre el papel afectivo de los adultos en la vida de los adolescentes. Se estableció que un elemento determinante en la prevención del consumo era la proximidad de los adultos. Su cuidado, compañía y vigilancia. Pasar tiempo con los chicos era fundamental. No dirigirlos, pero sí acompañarlos.
El tiempo libre y el sentido de realización
Los estudios también establecieron que el manejo del tiempo libre era determinante. Esto no solamente les provee un marco de control a los jóvenes, sino que también les ayuda a incrementar su sentido de realización. Por eso en Islandia se destinaron los recursos necesarios para incrementar la oferta en actividades deportivas, recreativas y artísticas para niños y adolescentes.
De igual modo, se estableció una ley por la que los menores de 12 años tienen prohibido andar solos por la calle después de las 8 de la noche. Por su parte, los chicos de entre 13 y 16 años no pueden hacer lo propio después de las 10 de la noche. De este modo, la sociedad de Islandia en su conjunto comenzaba a asumir una responsabilidad en relación con la juventud.
Actualmente, solo el 5% de los jóvenes en Islandia afirman haber consumido alcohol. De igual modo, únicamente un 3% afirma consumir un cigarrillo al día. Y solo un 7% ha consumido marihuana en el último mes. Son cifras ideales para cualquier país. Pero esos índices no se logran solos. Es necesario que, como en Islandia, el Estado, las familias y la sociedad en general se comprometan con ello.
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